La semana pasada tuve el privilegio de ser invitada por Casa Pirque, los representantes de Opus One en Argentina, a una degustación vertical. Fue una oportunidad increíble para explorar varias cosechas de este vino icónico.

La historia de Opus One

Opus One nació en el Valle de Napa entre finales de los años 80 y principios de los 90 como resultado de una colaboración visionaria entre Robert Mondavi y el Barón Philippe de Rothschild, propietario de Château Mouton Rothschild. Ambos compartían el deseo de crear un vino que combinara lo mejor de Napa Valley con la elegancia y el know-how de los grandes vinos franceses. A lo largo del tiempo, esta alianza dio lugar a uno de los joint ventures más reconocidos del mundo vitivinícola.

La bodega y su arquitectura

Diseñada por Scott Johnson, la bodega de Opus One —ubicada en Oakville, junto al río Napa— es una obra de arte en sí misma. Inaugurada en 1991, su arquitectura circular fusiona elementos clásicos europeos con una estética moderna californiana que se integra de forma natural al paisaje. Está diseñada para operar por gravedad, algo poco común en esa época. Sus techos cubiertos de césped y su cava subterránea, capaz de albergar 1.000 barricas sin apilar, reflejan un equilibrio perfecto entre forma y función.

La etiqueta y el significado del nombre

La etiqueta de Opus One es sobria, elegante, simbólica y ha permanecido inalterada desde su primera añada. Fue diseñada por el artista John Barnett y presenta los perfiles superpuestos de sus dos fundadores: Robert Mondavi y el Barón Philippe de Rothschild, acompañados por sus firmas en la parte inferior.

El nombre Opus One proviene del latín y se utiliza en la música clásica para designar una “primera obra”. En este caso, simboliza la primera gran creación conjunta entre ambos visionarios.

La degustación

Durante la cata, dirigida por Laurent Delassus, gerente comercial de Opus One, probamos cinco añadas: 2022, 2019, 2014, 2010 y 2006. Cada una reflejó no solo su carácter propio en aromas, color y textura, sino también la huella del tiempo —esa magia que convierte al vino en una bebida viva y fascinante, especialmente cuando se comprende el valor de la estiba en etiquetas de este calibre.

Desde la frescura de la 2022 hasta la complejidad evocadora de la 2006, fue posible apreciar el talento del enólogo Michael Silacci, la impronta del terroir y la elegancia de un vino que es símbolo de Napa, con un refinado ADN francés.

Cada año, el corte se compone en distintas proporciones, con Cabernet Sauvignon como base dominante, acompañado por Cabernet Franc, Merlot, Petit Verdot y, en algunas añadas, Malbec. Las vendimias se realizan de noche para preservar frescura y asegurar mayor control en los primeros procesos: cosecha, transporte, maceración y fermentación.

COSECHA 2022

Una añada cálida, donde el equipo liderado por el enólogo Michael Silacci tomó la decisión clave de cosechar temprano para preservar frescura. Ese gesto se percibe claramente en el vino: hay una fruta jugosa vibrante, tan intensa como equilibrada por una acidez firme que recorre el paladar con energía. Aparecen notas de cassis en nariz, típicas del Cabernet Sauvignon de estilo bordelés, un dejo levemente herbal, taninos finos y recuerdos ahumados tanto al olfato como en el retrogusto. Un vino de potencia contenida  y definición que habla del clima y de quienes supieron leerlo.

COSECHA 2019

Esta cosecha se muestra con un perfil fresco, incluso más liviano que la anterior. La nariz está dominada por notas de menta, por encima de una fruta nítida y vivaz. En boca, esa frescura se prolonga gracias a taninos delicados y un final balsámico, muy elegante. Es una añada que fluye sin esfuerzo, que prioriza lo vivaz y lo sutil.

COSECHA 2014

Al llegar a la 2014, el vino cambia de ritmo. Hay mayor concentración, más peso. Se perciben los primeros indicios de evolución: recuerdos de carne de cacería, anís y regaliz. La estructura es más robusta, con taninos aterciopelados y cuerpo firme. Una expresión con peso y presencia, sin perder elegancia.

COSECHA 2010

La 2010 fue, sin dudas, mi favorita, fue para mí el vino con más dinamismo sensorial de la degustación. Es de esos vinos que cambian a cada minuto. Cada vez que acercaba la copa, la nariz ofrecía algo nuevo: aromas de pino, caldo de carne, aceitunas negras, hongos, regaliz, una gran expresión de la familia de aromas balsámicos. En boca, tiene frescura, elegancia y una textura envolvente, que merece tomarse solo, en una sobremesa tranquila; que invita a la conversación pausada.

COSECHA 2006

Y finalmente, la 2006. Una añada particular, con uno de los porcentajes más altos de Merlot en la historia de Opus One (12%, frente al 77% de Cabernet Sauvignon), decisión que respondió al gran desarrollo que tuvo esa cepa ese año. En copa, se impone con sus notas ahumadas, hoja de tabaco, tierra húmeda y sotobosque. Y, sin embargo, más allá de lo técnico, lo que me dejó este vino fue otra cosa: una sensación de paisaje. Me vi caminando por un bosque frío y húmedo de pinos gigantes, con una alfombra de hojas secas bajo los pies, donde en lo alto las copas de los árboles se escuchaban sacudidas por el viento. Todo el silencio del bosque estaba en ese vino.

El legado de Mondavi

Para muchos, Robert Mondavi fue el padre del vino californiano. No solo transformó Napa Valley y posicionó sus vinos en el mapa mundial, sino que lideró la adopción de prácticas modernas en la enología estadounidense y cambió los gustos del consumidor de su país. Motivó a productores locales a elevar su nivel y competir con los grandes líderes europeos de la industria del vino.

Fue una experiencia profundamente enriquecedora. Agradezco a Casa Pirque por esta oportunidad. Para quienes deseen conocer más sobre este gran clásico de Napa presente en el mercado argentino pueden seguir Casa Pirque en su IG: @casapirque

Si te interesa el tema del desarrollo sensorial y cómo se despierta una “nariz” entrenada para el vino, escribí hace un tiempo un post muy personal sobre ese momento del primer acercamiento de nuestro olfato al mundo del vino. Lo puedes leer acá: El despertar de una nariz